Por medio de esta ley, las compañías de seguros tienen la obligación de disponibilizar un equipo GPS de manera gratuita a los asegurados que lo deseen, pero el costo de instalación y servicio de mantención (datos) corren por cuenta del propietario del vehículo. La ley aplica solo para vehículos motorizados particulares.
Hay que recordar que la aceptación de este dispositivo es totalmente voluntaria.